Gerard Freixes
Gerard Freixes Ribera (Igualada, Barcelona). Estudió Bellas Artes en la Universidad de Barcelona. En la actualidad compagina sus trabajos como editor de video con la realización de obras más personales y experimentales, generalmente a partir de imágenes de archivo manipuladas.
“Gerard Freixes. Como si trabajara en un laboratorio soviético de la época de Stalin, Freixes manipula los materiales audiovisuales, borra rastros, personajes, huellas y sombras, para crear una nueva realidad. Mediante una paciente labor de borrado, píxel a píxel, Freixes ha creado en Alone, una divertida sátira del hombre más hombre: el vaquero, el solitario, el que jamás logrará volver a casa, el que no necesita de nadie. Se trata de una versión hiperbólica del found footage, que recorre el camino contrario al del cine de archivo tradicional: despojar en lugar de acumular.”
Gonzalo de Pedro. Dossier Noche en Blanco. 2010.
“De la obra de Gerard Freixes aprecio la meticulosidad sutil, el humor estoico, con que sustrae o suma partes de la imagen; aquello que sobra o que falta en el estereotipo. En The Homogenics (2010) acopla y superpone varias escenas del show de Dick Van Dyke, sujeto único y multiplicado en esta sit-com apócrifa, apretada y aberrante de una familia efectivamente homogénica y monogenérica.”
Eugeni Bonet. Programa Desmuntatge al dia. (http://www.hamacaonline.net/blog/?p=1403)
http://gerard-freixes.blogspot.com/
Gerard Freixes Ribera (Igualada, 1978)
Trocear largas películas y series mediocres para redimirlas mediante la manipulación y tratar así de conseguir obras modestas pero dignas, capaces de ofrecer distintos niveles de lectura, más interesantes que los que permitía el original. Gerard Freixes reutiliza material icónico sujeto a convenciones fácilmente reconocibles e interviene en un diálogo ya comenzado. Porque al truco del cine hay que ir dándole vueltas de tuerca a medida que el público se va acostumbrando a sus ya viejas ilusiones.
Todo montaje cinematográfico tiene algo de collage, más aún si se trata de material encontrado. Pero, además, Freixes borra o recorta figuras de los fotogramas, y de este modo se acerca más a técnicas propias del collage fotográfico. Es cierto que en la animación digital se echa de menos la huella de las manos, pero eso no significa que lo digital no tenga nada de artesanal, de las exigencias del trabajo meticuloso y paciente que se le supone a cualquier animador en arcilla o plastilina. Jan Svankmajer, aun siendo un antidigital, estaría de acuerdo con Freixes cuando este dice: “También está la gracia de que no sea perfecto”.
Estudiosos del cine experimental ya se han fijado en su obra: “De la obra de Gerard Freixes aprecio la meticulosidad sutil, el humor estoico, con que sustrae o suma partes de la imagen; aquello que sobra o que falta en el estereotipo”. (Eugeni Bonet). “Su obra ofrece una visión crítica de temas tan presentes en la sociedad actual como la soledad en Aislado (2007) y el individualismo en Alone (2008)”. “El individualismo del superhéroe en grado sumo” (Enrique Piñuel). O: “El trabajo técnico de Freixes es tan minucioso que no se intuye la huella de lo que ha sido borrado” (Gloria Vilches).
Freixes va sorteando las trabas legales y se cuela por los vacíos del copyright -elección que también contribuye a la unidad estilística de su obra- mediante un apropiacionismo amable en el que se respira, sin embargo, cierta desazón. Como decía Clarín: “El buen anarquista, como el buen cristiano, pone en cuestión la propiedad, pero no roba”. O como decían otros: “Copy-right = copia bien”.
Se presentan aquí obras con un cierto aire de familia. En una de ellas, el autor pone a Dick Van Dyke en una discusión doméstica homogénica consigo mismo, un vídeo premiado en varios certámenes. En otro subraya aún más el problema de la soledad moderna, en un mundo de masas mitómanas virtuales donde cada individuo es un ratón. Somos cursores que se van sumando para formar masas de clics, millones de “me gusta”, de miradas solitarias iluminadas por la pantalla…
Reconoce en su obra la influencia de Jan Svankmajer y de otros grandes animadores del este de Europa, como el gran Zbigniew Rybczynski, pero la cabeza de Gerard Freixes también admite algunas influencias imaginarias que consisten en inventarse artistas ideales para después imitarlos. Es la única manera de que no le copien a uno las influencias más queridas.
Félix Pérez-Hita (Historiador y crítico cultural)